jueves, 17 de diciembre de 2009

lirica culta castellana

Lírica culta castellana

En literatura española, se conoce con el nombre de Lírica culta castellana a la poesía elaborada en las cortes de los reyes medievales Juan II de Castilla, Enrique IV de Castilla y Reyes Católicos, por parte de los caballeros que vivían en ellas (reyes, políticos, magnates...) y que nos ha llegado a través de cancioneros, diversas recopilaciones de poesía lírica (antologías) que van siendo reunidas desde comienzos del siglo XV; los cancioneros más importantes son el Cancionero de Baena y el Cancionero de Stúñiga.

Debido a ese contexto de creación, se trata de una poesía esencialmente social, y no tan subjetiva, íntima, como la tradicional. Esta función social se ejemplifica en los diversos temas tratados: la política, la moral, la filosofía, la teología, el amor cortés, etc.




Características generales

Aunque la poesía cortesana representa la tardía aclimatación o trasplante de la poesía trovadoresca provenzal a la literatura castellana, uno de sus rasgos fundamentales es que en ella se manifiesta un mayor influjo de nuevas corrientes literarias: especialmente, la influencia italiana y la difusión cada vez mayor de la cultura greco-latina, a través de la anterior. Dante, Petrarca y Boccaccio son admirados y convertidos en modelos también por ser el vehículo de la cultura clásica. La lengua castellana se considera imperfecta y así se introducen latinismos e italianismos, castellanizándose algunos.

Comienza, igualmente, una infravalorización de la literatura medieval elaborada hasta la fecha: los cantares de gesta, la lírica popular (que, a pesar de todo, persistirá) y los romances, incluso se estiman de gente baja.

Así, pues, lo cortesano, lo clásico y lo italiano orientan las producción literaria hacia un refinamiento artificioso, culto, que hará que esta lírica oscile entre obras amaneradas y una poesía de sutiles alambicamientos conceptistas y preciosismos formales, pero frívola e intrascendente la mayor parte de las veces, como el ambiente cortesano en que se crea.


Forma

La materialización de esta poesía se hace bajo la forma de géneros poéticos de forma fija derivados de la lírica gallego-portuguesa: la canción y el villancico, a los cuales casi siempre se les ponía música.

  • la canción se compone de un estribillo y, casi siempre, una estrofa, cuya relación podía ser de independencia o no. El tono es cortés y culto.
  • el villancico posee una longitud variable y su tono es popular: consta de una 'cabeza' de dos o tres versos más una 'mudanza' de cuatro versos, luego un 'enlace' y finalmente una 'vuelta' que rima con los versos iniciales. En los cancioneros se dan tres posibilidades compositivas: 1) que todo el villancico sea de creación cortesana a imitación de la poesía popular; 2) que todo sea popular; 3) que pertenezca a la lírica popular sólo la 'cabeza' y el resto sea una glosa del mismo, algo que se advierte en que lo primero es simplemente un pretexto para desarrollar un virtuosismo posterior.
  • aparte de estas dos formas fijas, existían las llamadas coplas sparsas, ingeniosas y galantes, que servían para multitud de temas y no tenían una estructura fijada, a no ser su brevedad;
  • también se usaba la estructura de preguntas y respuestas: las réplicas y contrarréplicas de los distintos poetas se alternan como poemas independientes y no como estrofas.

LAS JARCHAS

Una jarcha (en árabe, خرجة jarŷa, "salida" o "final") es una composición lírica popular de la Hispania musulmana, que constituía la parte final de la moaxaja, de la que existen ejemplos desde el siglo X-XI. Las jarchas están compuestas en dialecto hispanoárabe coloquial, o en la lengua romance que utilizaban los andalusíes, impropiamente llamada mozárabe. Fueron escritas por poetas cultos árabes y judíos que tomaban como modelo la lírica románica tradicional. Pudieron recogerlas del folclore popular, o bien adaptarlas a sus necesidades métricas (pues debían integrarse en la moaxaja) o bien componerlas de nueva creación, a partir de moldes tradicionales. Su importancia radica en que son el documento más antiguo que se conoce de poesía en lengua romance.

Procedencia de las Jarchas

La moaxaja (procedente del árabe موشحة muwaššaḥa (o muwashshaha), que significa collar) es un tipo de poema culto que tuvo su momento de esplendor en Al-Ándalus entre los siglos IX y XII. Los árabes habían traído consigo un modelo lírico del siglo IV, la qasida, que constaba de largos versos emparejados monorrimos adecuados para la trasmisión oral por el maestro. Es el tipo de verso en que está escrito el Corán. La moaxaja está escrita en versos cortos, debido a influencias de la lírica popular, pero con temas y estructuras muy complejas. Aparece en la península y se le cree fruto de la mezcla de culturas existente derivada de la estrecha convivencia de culturas en la Hispania musulmana de la época de taifas, (árabe-hebreo-cristiano). Los propios árabes se referían a veces a las moaxajas como "cancioncillas al estilo de los cristianos". Fueron descubiertas y traducidas por primera vez en el año 1948 por el hebraísta Samuel Miklos Stern. Sucesivas interpretaciones por distintos expertos a lo largo de los años siguientes nos entregan los textos disponibles hoy en día. Dada la ambigüedad de las lenguas semíticas, éstas se prestan a múltiples interpretaciones, las jarchas siguen constituyendo un motivo para el debate y la investigación especializada. Las jarchas se imbrican en la moaxaja como un estribillo de escasos versos en lengua romance, hebreo o árabe vulgar al final de las moaxaja. Otra manifestación poética de características similares,el zéjel, se diferencia por dispersar los versos por todo el poema.


Temática de las Jarchas

Las jarchas mozárabes amatorias son pequeños poemas populares en los que, generalmente, la voz del autor o de la autora es el de una muchacha que les habla de sus experiencias amorosas a sus hermanas o a su madre. Se cree probable que la mayoría de estos textos hayan sido escritos por hombres, aunque la temática y el contenido de los textos requería su redacción en la primera persona de la voz femenina. Sus rasgos más destacados son: la abundancia de exclamaciones, interrogaciones y repeticiones, el uso de un léxico sencillo y de muchos diminutivos, la construcción en versos de arte menor. Se considera que las jarchas, las cantigas de amigo galaico-portuguesas y los villancicos castellano son ramas de una misma tradición popular, que también tiene ramificaciones fuera de la Península: la lírica tradicional. La importancia de las jarchas radica en que ayudan a aclarar los orígenes de la literatura española, ya que prueban que en la península ibérica también existía poesía lírica antigua. Hasta el descubrimiento de Stern, la épica era considerada la raíz de la literatura española.




Ejemplos

Jarcha en mozárabe:mije

¡Tant' amare, tant' cuitado

habib, tant amare!

Enfermeron olios nidios,

e dolen tan male.

Traducción al castellano:

¡Tanto amar, tanto amar,

amado, tanto amar!

Enfermaron [mis] ojos brillantes

y duelen tanto.


Jarcha en mozárabe:

Garīdboš, ay yermanēllaš

kómkontenēr-hémewmā´lē,

sīnal-ḥabībnon bibrē´yo:

¿ad obl' iréydemandā´re?


bay-šemioqorasonde mib

Yārabbīšišetornarad

țanmal miodoler al-habīb

Enfermo Ϋedquanšanarad


¿Qué farémamma?

Mioal-habibeštad yana.


Traducción al castellano:

Decidme, ay hermanitas,

¿cómo contener mi mal?

Sin el amado no viviré:

¿adónde iré a buscarlo?


Mi corazón se me va de mí.

Oh Dios, ¿acaso se me tornará?

¡Tan fuerte mi dolor por el amado!

Enfermo está, ¿cuándo sanará?


Qué haré, madre?

Mi amado está a la puerta

LIRICA GALAICO - PORTUGUESA

La lírica galaicoportuguesa se desarrolló en la Edad Media, fundamentalmente entre los siglos XII y XIV,[1] en galaicoportugués, la lengua primitiva de la que derivarían posteriormente el portugués y el gallego modernos.[2] Aunque la mayor parte de los poetas de que se tiene referencia provenían de Galicia y del norte de Portugal, fue cultivada también por multitud de poetas de otros lugares de la Península Ibérica (el ejemplo más destacado es el de Alfonso X el Sabio, autor de las Cantigas de Santa María, también en gallego-portugués), llegando a ser una lengua fundamental en la lírica culta de Castilla en los siglos XIII y XIV.


Orígenes

Siete de los puros principales, las cantigas de amor y las cantigas de escarnio, tienen su origen en la literatura de los trovadores provenzales. Mientras que en otros lugares, como en Cataluña o en Lombardía, los trovadores locales utilizaron el occitano como lengua de expresión poética, en el Noroeste de la Península los poetas se inclinaron por emplear su lengua vernácula, el gallegoportugués. Sin embargo, adaptaron la temática, la métrica y las convenciones propias de la poesía trovadoresca, con ligeras variaciones. Existen incluso numerosos provenzalismos en las cantigas de amor y de escarnio que evidencian su origen provenzal.

La influencia provenzal llegó fundamentalmente por tres vías:

  • A través de Barcelona, lugar de tránsito obligado de todas las aportaciones culturales occitanas (incentivado además por la emigración que provocó en 1213 la derrota de la herejía albigense).

Un problema distinto es el del origen de las cantigas de amigo, que no tienen precedente en la lírica provenzal. Dado que están puestas en boca de mujeres, han sido relacionadas con las jarchas mozárabes. Se ha hablado de una tradición folclórica que podría remontarse a épocas muy antiguas y algunos de cuyos testimonios dispersos serían las jarchas (recogidas por poetas árabes y hebreos) y las cantigas de amigo (recogidas y cultivadas por los trovadores galaicoportugueses); habría que añadir también, probablemente, las chansons de toile y las frauenlieder (en alemán, cantigas de amigo), como referentes extrapeninsulares que demostrarían una tradición paneuropea.



Evolución de la lírica galaicoportuguesa

Existen varias propuestas para describir la evolución de la lírica gallegoportuguesa, según se le preste mayor atención al contexto histórico o a la evolución propiamente literaria.

  • Históricamente, se postula una evolución que va en consonancia con los siguientes momentos históricos: la época pre-alfonsina (hasta 1245), la época alfonsí (hasta 1280), otra centrada en don Demís (entre 1280 y 1300) y una última postdionisíaca (hasta 1350).
  • Un intento de combinar ambas perspectivas daría como resultada la siguiente periodización:

1) Desde 1189, fecha probable de la composición más antigua conocida, hasta 1232, año en que el rey Fernando III de Castilla peregrinó a Santiago de Compostela. Es una etapa de influjo provenzal, en la que predominan las cantigas de amor.

2) De 1232 a 1325, en que muere el rey poeta Don Demís de Portugal. Es la época de mayor esplendor de la lírica gallegoportuguesa, sobre todo en la corte de los reyes castellanos Fernando III y Alfonso X, y en la de Don Demís de Portugal, nieto del Rey Sabio. En esta época, hacia 1280, se compila el Cancionero de Ajuda. También corresponden a esta época las Cantigas de Santa María.

3) Desde 1325 hasta 1354, fecha de la muerte de Pedro de Portugal, conde de Barcelos, hijo de Don Demís. Muy probablemente es en esta época cuando se recopilan el Cancionero Colocci-Brancuti y el de la Biblioteca Vaticana.

  • Por último, una propuesta[3] centrada casi exclusivamente en criterios literarios, daría como resultado la siguiente descripción:
    1. c. 1200-1225: impregnación de la poesía trobadoresca occitana.
    2. c. 1225-1250: fijación de los tres géneros principales por parte de la pequeña nobleza gallega y del norte de Portugal, tras la adopción y reelaboración de la poesía occitana.
    3. c. 1250-1300: periodo de esplendor: importante actividad trobadoresca en las cortes de Alfonso X y Sancho IV de Castilla, y de Alfonso III y don Demís de Portugual.
    4. c. 1300-1350: periodo de progresiva retracción; tras un agotamiento y desgaste del modelo, se entra en un periodo de decadencia creativa, que no es sustituido por otros modelos. Se echa en falta también un mecenazgo parecido al de Alfonso X y de un centro cultural como punto de referencia. Por lo demás, diversos problemas socio-históricos (peste, desinterés de la aristocracia...) crearon un ambiente que rechazaba la posibilidad de continuar con una experiencia literaria similar a la llevada a cabo hasta el momento.

LITERATURA ESPAÑOLA MEDIEVAL

Reseña histórica de la literatura de los siglos XV al XVI

De la edad media podemos definir a grandes rasgos algunas etapas, así:

Siglo XIII: La temática de su literatura era: vidas de los santos, liturgia y temas marianos. (Gonzalo de Berceo)

Siglo XIV: Surge la prosa literaria, que poseía una intención didáctica. Algunas obras destacadas son las de Alfonso el Sabio, el Infante Don Juan Manuel (Conde Lucanor) y del Arcipreste de Hita (Libro del buen amor).

Siglo XV: Concluye la Edad Media con las obras del Marqués de Santillana (La Serranilla) y de Jorge Manrique. (Coplas a la muerte de su padre)

La lírica medieval, como manifestación de los sentimientos personales, nace espontáneamente del pueblo. Se transmite oralmente y, como es lógico, va sufriendo variaciones, tanto en el texto como en la música, al pasar de boca en boca y de mano en mano. Las primeras manifestaciones escritas de esta lírica aparecen en el territorio arábigo-andaluz. También surgieron otros núcleos poéticos en la península, como la galaico-portuguesa.

En el siglo XI aparecen unos poetas más cultos que los juglares y que no hacían de su arte un medio de vida. Rivalizaban la composición de textos y en la técnica. Es el trovador. Crearon una poesía lírica culta que se convirtió en la expresión poética caballeresca.. Los primeros escritos en castellano aparecen en la alta edad media (SS. X, XI, y XII), como consecuencia de la fragmentación política de la Península. Se distinguen dos zonas de gran riqueza:

- El camino de Santiago en el norte (influencia europea)

- Al-Andaluz en el sur (influencia oriental).

La literatura trata principalmente de temas relacionados con la Reconquista: religión y guerra.

La divulgación de obras literarias era básicamente oral a través de los juglares que actuaban el plazas de pueblos o patios de castillos acompañados de instrumentos musicales, bailes, acrobacias... El oficio del juglar se conoce como Mester de Juglaría (composiciones épicas).

Un rasgo de la producción artística y literaria de la época es el anonimato debido a que la vida es un paso hacia la vida eterna y los autores escribían para honrar a Cristo.

La sociedad era teocrática, es decir, todo giraba entorno a Dios, esto hacía que muchas de las obras fueran dedicadas a ello.

Aparecen las JARCHAS . Son las composiciones más antiguas en la lengua romance conocidas. Eran canciones amorosas en mozárabe (dialecto derivado del latín hablado por los cristianos que vivían en territorio árabe). Pertenecían a la lírica tradicional y se divulgaban oralmente pero fueron recogidas por los poetas cultos (hebreos y árabes) al final de sus obras llamadas moaxajas.

La literatura española medieval nace cuando entre los siglos XII y XIII empiezan a cultivarse con fines artísticos las lenguas romances o derivadas del latín: el leonés, el navarro-aragonés, el gallego portugués, el catalán, y sobre todo, por lo que a nuestro propósito se refiere, el castellano.

La Edad Media en España es el periodo comprendido entre los siglos XIII y XV aproximadamente, históricamente estas fechas se relacionan con la reconquista de la península (711) y la caída de Granada(1492). El fin de esta época en la literatura se puede marcar con la primera edición de la Celestina de Fernando de Rojas en 1499. Recibe este nombre porque se trata de un periodo intermedio y podríamos decir “oscuro” entre lo que conocemos como el mundo clásico y el Renacimiento.

Se divide en dos partes la Alta Edad Media hasta el siglo XIII, donde contrariamos la Edad Media en su punto cumbre con las características más destacadas y la Baja Edad Media, donde encontramos el comienzo de un cambio en la sociedad y en algunos casos vemos cierta influencia Renacentista.

En España, Italia y Francia, lo propiamente medieval (feudalismo, por ejem.), aparece ante y con mas fuerza . En España, a la creación de nuevas formas sociales se adjuntaron la coexistencia con dos altas culturas semi-orientales : la árabe y la judía. Estos procesos culturales influyeron en la literatura medieval de manera importante, sobre todo, en lo que se refiere a España y Francia, la literatura lírica cantada.

En la Alta E. Media, tenemos el llamado Mester de Juglaría frente al Mester de Clerecía de la Baja Edad Media. En el primero tenemos poemas épico-guerreros cuya misión principal, junto con los cantares de gesta, es la de informar y difundir los acontecimientos ocurridos. Estaban compuestos para la recitación, ésta era tarea del juglar, que era de clase social baja y vivía de lo que le ofrecían a cambio del espectáculo. Sus obras se caracterizan por poseerán estilo oral y formulario, a adecuado para la recitación, con llamadas de atención hacia el público. En el segundo, se trata de poemas cultos y conservamos el nombre de los autores. De temática religiosa y heroica tenían una misión didáctica o propagandística.

Centrándonos en el Mester de Jugaría, el único poema que conservamos prácticamente entero es El Poema De Mío Cid. Se trata del relato de las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid Campeador”. Es un ejemplo de sociedad: sus costumbres, creencias,... Esto es debido a que los poemas no estaban escritos sino que se iban recitando de boca en boca. Si conservamos parte de alguno es debido a que los juglares los apuntaban con tal de que si en algún momento se olvidaba poderlos consultar.

En el Poema de Mío Cid encontramos temas como la aceptación del sistema feudal, del poder absoluto del rey así como del vasallaje, esto se encuentra ejemplificado en el dialogo que mantiene el Cid con una niña de nueve años:

“¡Ya Campeador, en buena hora ciñiestes espada!

El rey lo ha vedado, anoche del entro su carta

Con gran recibido e fuertemente sellada

Non vos osariemos abrir nin coger por nada”

El Cid recibe el apoyo popular, pero aun así nadie es capaz de desafiar el poder absoluto de un rey. Aprovecharemos este fragmento para demostrar la oposición de las cualidades del Campeador (virilidad, fuerza, etc.) frente a la fragilidad de la niña. Éste recurso se utiliza para acentuar la virtud del protagonista. Así mismo, también se nos presenta a un héroe humano, con sentimientos, como por ejemplo en el trozo donde se despide de sus hijas ”llora de los ojos tan fuerte mientras suspira”.

También conservamos algunos romances, que son textos narrativos en verso pero que introducen elementos de egocentrismo sentimental. Encontramos que los juglares ya no recitan las gestas enteras, sino solo los episodios preferidos por el público, surgen así los romances, como resultado del proceso de fragmentación que experimentan los cantares de esta época es el " Cantar de las mocedades de Rodrigo

Veamos mas detenidamente al mester de juglaría y de clerecía. Las narraciones medievales estaban versificadas y eran divulgadas por los juglares. Tratan temas de guerreros y el héroe es el caballero cuyos rasgos suelen ser de lealtad, valentía, sentido de la justicia, religiosidad, defensa del débil, origen noble y amor a los suyos y a su tierra. La historia del caballero es una sucesión de aventuras y contratiempos que ponen a prueba su valor. La versificación de los cantares es irregular pero predominan los de 14 y 16 sílabas, las rima es asonante. Al final se acabarán imponiendo los de 16 sílabas. El vocabulario es sencillo y se agrupa en campos semánticos. Las repeticiones acentúan la intensidad de la escena.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

EL ARTE MEDIEVAL





El arte medieval es un gran periodo de la historia del arte que cubre un prolongado periodo de tiempo para una enorme extensión espacial. La Edad Media -del siglo V al siglo XV- supone más de mil años de arte en Europa, el Oriente Medio y África del Norte. Incluye movimientos artísticos principales y distintos períodos, artes nacionales, regionales y locales, diferentes géneros, periodos de florecimiento a los que se ha venido en llamar renacimientos, las obras de arte, y los propios artistas (que en la Alta Edad Media permanecían en el anonimato de una condición artesanal de poco prestigio social, como los demás oficios establecidos en régimen gremial, mientras que en los últimos siglos de la Baja Edad Media, sobre todo en el siglo XV, alcanzarán la consideración de cultivadores de las bellas artes, aumentando en consideración social y preparación intelectual).

Los historiadores de arte clasifican el arte medieval en períodos y movimientos: arte paleocristiano, arte prerrománico, románico, gótico (en Europa Occidental -la cristiandad latina-), arte bizantino (en el Imperio Bizantino -la cristiandad oriental-) y arte islámico (en el mundo islámico), con influencias mutuas. Además cada "nación" o cultura en la Edad Media desarrollaron estilos propios diferenciados, como el arte visigodo, el arte anglosajón o el arte vikingo. El arte medieval incluye muchos medios de expresión a través de disciplinas artísticas, técnicas y géneros diferentes: arquitectura, escultura, orfebrería, manuscritos ilustrados (la miniatura y la caligrafía), frescos, pintura en tabla, mosaicos, y un largo etcétera, en el que se incluyen artes y oficios no incluidos habitualmente en las bellas artes, como la confección de la indumentaria medieval.

El arte medieval superó la herencia artística clásica del Imperio Romano a través de su mezcla con las aportaciones del cristianismo primitivo y de la vigorosa cultura "bárbara" de Europa del Norte para producir una notable síntesis artística. La historia de arte medieval puede ser vista como la historia de la interacción entre los elementos del arte clásico, paleocristiano y pagano.




A la hora de encarar las obras de arte medievales es necesario tener en cuenta que en esta época no existe el concepto del arte como fin en sí mismo o de la belleza como único objetivo del artista. El objeto artístico medieval tiene, en el seno de la sociedad en que es producido, un carácter básicamente funcional. En opinión del medievalista francés Georges Duby, la obra de arte medieval cumple fundamentalmente tres cometidos:[1]

  • El de ser intermediarios entre el mundo sobrenatural y el humano, haciendo visible aquí las realidades divinas, según la máxima paulina per visibilia ad invisibilia (a través de lo visible hacia lo invisible). Generalmente, se suele atribuir a las imágenes medievales una función pedagógica consistente en explicar los dogmas de la fe cristiana y la historia sagrada a los iletrados, si bien no todos los expertos están de acuerdo sobre este punto.[2]
  • El de ser una afirmación de poder: por un lado, del poder de Dios y de la Iglesia que reclamaba su delegado en el mundo; por otro, del poder de aquellos que tienen los medios suficientes para encargar obras de arte.


jueves, 3 de diciembre de 2009

ACONTECIMIENTOS HISTORICOS DE LA EDAD MEDIA




LA EDAD MEDIA


La expresión "Edad Media" ha sido empleada por la civilización occidental para definir el periodo de 1000 años de historia europea entre el 500 y 1500 d. C. EL inicio de la Edad Media está señalado por la caída del Imperio Romano Occidental, gen

eralmente tomado como el fin de la historia clásica antigua. El inicio del Renacimiento (de Europa) marca el final de la Edad Media. Entre los acontecimientos que determinaron el final de este periodo destacan la caída de Constantinopla en 1453; la utilización por primera vez de la imprenta en 1456; el descubrimiento de América en 1492; la Reforma Protestante iniciada por Lutero en 1517, y el florecimiento de las artes en

Italia. La Edad Media se sitúa, por lo tanto, entre lo que conocemos como historia antigua e historia moderna.

En Asia y Oriente Medio, este periodo histórico no entra fácilmente dentro del concepto europeo de Edad Media. China evolucionó paulatinamente desde los tiempos prehistóricos hasta el comienzo de la historia moderna occidental sin los bruscos cambios que tuvieron lugar en Europa. El poder en China estuvo en manos de diferentes dinastías y también fue víctima de invasiones, pero su cultura fundamental progresó de una manera estable. Japón también se desarrolló a un ritmo estable y sin interferencias. La historia de Oriente Medio se adapta un poco más a la Edad Media europea, al tratarse de zonas más cercanas y entre las que el contacto era continuo.



La Edad Media, Medievo o Medioevo es el período histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo V y el XV. Su comienzo se sitúa convencionalmente en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente y su fin en 1492 con el descubrimiento de América,[1] o en 1453 con la caída del Imperio Bizantino, fecha que tiene la ventaja de coincidir con la invención de la imprenta (Biblia de Gutenberg) y con el fin de la Guerra de los Cien Años.

Actualmente los historiadores del periodo prefieren matizar esta ruptura entre Antigüedad y Edad Media de manera que entre los siglos III y VIII se suele hablar de Antigüedad Tardía, que habría sido una gran etapa de transición en todos los ámbitos: en lo económico, para la sustitución del modo de producción esclavista por el modo de producción feudal; en lo social, para la desaparición del concepto de ciudadanía romana y la definición de los estamentos medievales, en lo político para la descomposición de las estructuras centralizadas del Imperio romano que dio paso a una dispersión del poder; y en lo ideológico y cultural para la absorción y sustitución de la cultura clásica por las teocéntricas culturas cristiana o islámica (cada una en su espacio).[2]

Suele dividirse en dos grandes períodos: Temprana o Alta Edad Media (siglo V a siglo X, sin una clara diferenciación con la Antigüedad Tardía); y Baja Edad Media (siglo XI a siglo XV), que a su vez puede dividirse en un periodo de plenitud, la Plena Edad Media (siglo XI al siglo XIII), y los dos últimos siglos que presenciaron la Crisis de la Edad Media o del siglo XIV.

Aunque hay algunos ejemplos de utilización previa,[3] el concepto de Edad Media nació como la segunda edad de la división tradicional del tiempo histórico debida a Cristóbal Cellarius (Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni ad Constaninopolim a Turcis captam deducta (Jena, 1688),[4] quien la consideraba un tiempo intermedio, sin apenas valor por sí mismo, entre la Edad Antigua identificada con el arte y la cultura de la civilización grecorromana de la Antigüedad clásica y la renovación cultural de la Edad Moderna -en la que él se sitúa- que comienza con el Renacimiento y el Humanismo. La popularización de este esquema, según historiadores medievalistas como Le Goff o Eco, ha perpetuado un preconcepto erróneo: el de considerar a la Edad Media como una época oscura, sumida en el retroceso intelectual y cultural, y un aletargamiento social y económico secular (que a su vez se asocia con el feudalismo en sus rasgos más oscurantistas, tal como se definió por los revolucionarios que combatieron el Antiguo Régimen). Sería un periodo dominado por el aislamiento, la ignorancia, la teocracia, la superstición y el miedo milenarista alimentado por la inseguridad endémica, la violencia y la brutalidad de guerras e invasiones constantes y epidemias apocalípticas.[5]

Sin embargo, en este largo periodo de mil años hubo todo tipo de hechos y procesos muy diferentes entre sí, diferenciados temporal y geográficamente, respondiendo tanto a influencias mutuas con otras civilizaciones y espacios como a dinámicas internas. Muchos de ellos tuvieron una gran proyección hacia el futuro, entre otros los que sentaron las bases del desarrollo de la posterior expansión europea, y el desarrollo de los agentes sociales que desarrollaron una sociedad estamental de base predominantemente rural pero que presenció el nacimiento de una incipiente vida urbana y una burguesía que con el tiempo desarrollarán el capitalismo.[6] Lejos de ser una época inmovilista, la Edad Media, que había comenzado con migraciones de pueblos enteros, y continuado con grandes procesos repobladores (Repoblación en la Península Ibérica, Ostsiedlung en Europa Oriental) vio cómo en sus últimos siglos los antiguos caminos (muchos de ellos vías romanas decaídas) se reparaban y modernizaban con airosos puentes, y se llenaban de toda clase de viajeros (guerreros, peregrinos, mercaderes, estudiantes, goliardos) encarnando la metáfora espiritual de la vida como un viaje (homo viator).[7]

También surgieron en la Edad Media formas políticas nuevas, que van desde el califato islámico a los poderes universales de la cristiandad latina (Pontificado e Imperio) o el Imperio Bizantino y los reinos eslavos integrados en la cristiandad oriental (aculturación y evangelización de Cirilo y Metodio); y en menor escala, todo tipo de ciudades estado, desde las pequeñas ciudades episcopales alemanas hasta repúblicas que mantuvieron imperios marítimos como Venecia; dejando en la mitad de la escala a la que tuvo mayor proyección futura: las monarquías feudales, que transformadas en monarquías autoritarias prefiguran el estado moderno.

De hecho, todos los conceptos asociados a lo que se ha venido en llamar modernidad aparecen en la Edad Media, en sus aspectos intelectuales con la misma crisis de la escolástica.[8] Ninguno de ellos sería entendible sin el propio feudalismo, se entienda este como modo de producción (basado en las relaciones sociales de producción en torno a la tierra del feudo) o como sistema político (basado en las relaciones personales de poder en torno a la institución del vasallaje), según las distintas interpretaciones historiográficas.[9]

El choque de civilizaciones entre Cristiandad e Islam, manifestado en la ruptura de la unidad del Mediterráneo (hito fundamental de la época, según Henri Pirenne, en su clásico Mahoma y Carlomagno[10] ), la Reconquista española y las Cruzadas; tuvo también su parte de fértil intercambio cultural (escuela de Traductores de Toledo, Escuela Médica Salernitana) que amplió los horizontes intelectuales de Europa, hasta entonces limitada a los restos de la cultura clásica salvados por el monacato altomedieval y adaptados al cristianismo.




Alta Edad Media (siglos V al X)



Los reinos germanorromanos (siglos V al VIII)

¿Bárbaros?

Los bárbaros se desparraman furiosos... y el azote de la peste no causa menos estragos, el tiránico exactor roba y el soldado saquea las riquezas y las vituallas escondidas en las ciudades; reina un hambre tan espantosa, que obligado por ella, el género humano devora carne humana, y hasta las madres matan a sus hijos y cuecen sus cuerpos para alimentarse con ellos. Las fieras aficionadas a los cadáveres de los muertos por la espada, por el hambre y por la peste, destrozan hasta a los hombres más fuertes, y cebándose en sus miembros, se encarnizan cada vez más para destrucción del género humano. De esta suerte, exacerbadas en todo el orbe las cuatro plagas: el hierro, el hambre, la peste y las fieras, cúmplense las predicciones que hizo el Señor por boca de sus Profetas. Asoladas las provincias... por el referido encruelecimiento de las plagas, los bárbaros, resueltos por la misericordia del Señor a hacer la paz, se reparten a suertes las regiones de las provincias para establecerse en ellas.
Hidacio, Chronicon (hacia 468).[19]

El texto se refiere concretamente a Hispania y sus provincias, y los bárbaros citados son específicamente los suevos, vándalos y alanos, que en el 406 habían cruzado el limes del Rin (inhabitualmente helado) a la altura de Maguncia y en torno al 409 habían llegado a la Península Ibérica; pero la imagen es equivalente en otros momentos y lugares que el mismo autor narra, del periodo entre 379 y 468.

Los pueblos germánicos procedentes de la Europa del Norte y del Este, se encontraban en un estadio de desarrollo económico, social y cultural obviamente inferior al del Imperio Romano, al que ellos mismos percibían admirativamente. A su vez eran percibidos con una mezcla de desprecio, temor y esperanza (retrospectivamente plasmados en el influyente poema Esperando a los bárbaros de Constantino Cavafis),[20] e incluso se les atribuyó un papel justiciero (aunque involuntario) desde un punto de vista providencialista por parte de los autores cristianos romanos (Orosio, Salviano de Marsella y San Agustín de Hipona).[21] La denominación de bárbaros (βάρβαρος) proviene de la onomatopeya bar-bar con la que los griegos se burlaban de los extranjeros no helénicos, y que los romanos -bárbaros ellos mismos, aunque helenizados- utilizaron desde su propia perspectiva. La denominación invasiones bárbaras fue rechazada por los historiadores alemanes del siglo XIX, momento en el que el término barbarie designaba para las nacientes ciencias sociales un estadio de desarrollo cultural inferior a la civilización y superior al salvajismo. Prefirieron acuñar un nuevo término: Völkerwanderung ("Migración de Pueblos"),[22] menos violento que invasiones, al sugerir el desplazamiento completo de un pueblo con sus instituciones y cultura, y más general incluso que invasiones germánicas, al incluir a hunos, eslavos y otros.

Los germanos, que disponían de instituciones políticas peculiares, en concreto la asamblea de guerreros libres (thing) y la figura del rey, recibieron la influencia de las tradiciones institucionales del Imperio y la civilización grecorromana, así como la del cristianismo (aunque no siempre del cristianismo católico o atanasiano, sino del arriano); y se fueron adaptando a las circunstancias de su asentamiento en los nuevos territorios, sobre todo a la alternativa entre imponerse como minoría dirigente sobre una mayoría de población local o fusionarse con ella.

Los nuevos reinos germánicos conformaron la personalidad de Europa Occidental durante la Edad Media, evolucionaron en monarquías feudales y monarquías autoritarias, y con el tiempo, dieron origen a los estados-nación que se fueron construyendo en torno a ellas. Socialmente, en algunos de estos países (España o Francia), el origen germánico (godo o franco) pasó a ser un rasgo de honor u orgullo de casta ostentado por la nobleza como distinción sobre el conjunto de la población.


Baja Edad Media (siglos XI al XV)



La Baja Edad Media es un término que a veces produce confusión, pues procede de un equívoco etimológico entre alemán y castellano: baja no significa decadente, sino reciente; por oposición al alta de la Alta Edad Media, que significa antigua (en alemán alt: viejo, antiguo). No obstante, es cierto que desde alguna perspectiva historiográfica puede verse al conjunto del periodo medieval como el ciclo de nacimiento, desarrollo, auge e inevitable caída de una civilización, modelo interpretativo que inició Gibbon para el Imperio Romano (donde es más obvia la oposición entre Alto Imperio y Bajo Imperio) y que se ha aplicado con mayor o menor fortuna a otros contextos históricos y artísticos.[57] Así se entiende que se asigne el nombre de Plenitud de la Edad Media al periodo de la Historia de Europa que ocupa los siglos XI al XIII. Esa Plena Edad Media terminaría en la crisis del siglo XIV o crisis de la Edad Media, en la que sí se pueden apreciar procesos decadentes, y es habitual calificarla de ocaso u otoño. No obstante, los últimos siglos medievales están llenos de hechos y procesos dinámicos, con enormes repercusiones y proyecciones en el futuro, aunque lógicamente son los hechos y procesos que pueden entenderse como "nuevos", que prefiguran los nuevos tiempos de la modernidad. Al mismo tiempo, los hechos, procesos, agentes sociales, instituciones y valores caracterizados como medievales han entrado claramente en decadencia; sobreviven, y sobrevivirán por siglos, en buena medida gracias a su institucionalización (por ejemplo, el cierre de los estamentos privilegiados o la adopción del mayorazgo), lo que no deja de ser un síntoma de que es entonces, y no antes, que se consideró necesario defenderlos tanto.

La Plena Edad Media (siglos XI al XIII)

La justificación de esa denominación es lo excepcional del desarrollo demográfico, económico, social y cultural de Europa que tiene lugar en ese periodo de tiempo, coincidente con un clima bonancible (se ha hablado del "óptimo medieval") que permitía cultivar vides en Inglaterra.

El simbólico año mil (cuyos terrores milenaristas son un mito historiográfico frecuentemente exagerado) no significa nada por sí mismo, pero a partir de entonces se da por terminada la Edad Oscura de las invasiones de la Alta Edad Media: húngaros y normandos están ya asentados e integrados en la cristiandad latina. La Europa de la Plena Edad Media es expansiva también en el terreno militar: las cruzadas en el Próximo Oriente, la dominación angevina de Sicilia y el avance de los reinos cristianos en la península Ibérica (desaparecido el Califato de Córdoba) amenazan con reducir el espacio islámico a la ribera sur de la cuenca del Mediterráneo y el interior de Asia.

El modo de producción feudal se desarrolla sin encontrar de momento límites a su extensión (como ocurrirá con la crisis del siglo XIV). La renta feudal se distribuye por los señores fuera del campo, donde se origina: las ciudades y la burguesía crecen con el aumento de la demanda de productos artesanales y del comercio a larga distancia, nacen y se desarrollan las ferias, las rutas comerciales terrestres y marítimas e instituciones como la Hansa. Europa Central y Septentrional entran en el corazón de la civilización Occidental. El Imperio Bizantino se mantiene entre el islam y los cruzados, extendida su influencia cultural por los Balcanes y las estepas rusas donde se resiste el empuje mongol.

El arte románico y el primer gótico son protegidos por las órdenes religiosas y el clero secular. Cluny y el Císter llenan Europa de monasterios. El camino de Santiago articula la península Ibérica con Europa. Nacen las Universidades (Bolonia, Sorbona, Oxford, Cambridge, Salamanca, Coímbra). La escolástica llega a su cumbre con Tomás de Aquino, tras recibir la influencia de las traducciones del árabe (averroísmo). El derecho romano empieza a influir en los reyes que se ven a sí mismos como emperadores en su reino.

Los conflictos crecen a la par que la sociedad: herejías, revueltas campesinas y urbanas, la salvaje represión de todas ellas y las no menos salvajes guerras feudales son constantes.









BOSQUE OCEANICO

LA EVOLUCIÓN DEL CLIMA EN LA ANTÁRTIDA: DE BOSQUE OCEÁNICO A DESIERTO DE HIELO EN 50 MILLONES DE AÑOS

Los inexistentes turistas antárticos de hace 14.000 años no hubiesen visto ni una sola roca en su crucero: por aquel entonces, toda la Península Antártica estaba cubierta de hielo; más aún, probablemente los geólogos habrían tenido que suponer la existencia de las Montañas Transantárticas, ya que, según algunos glaciólogos, también la cadena estaba sumergida en el hielo. Sólo después ha comenzado éste a fundirse, y la corteza terrestre a asomar. Es el último episodio de una historia de algo más de 50 millones de años, y cuyo protagonista es la última gran glaciación.
Durante toda la Era Secundaria el continente antártico, situado en la actual posición del sur de Suramérica, disfrutó de un clima templado, con espesos bosques de coníferas y un sistema fluvial. Pero hace 55 Ma la geografía juega sus cartas. Una corriente marina que recorría el ecuador tiene que desviarse a medida que África migra hacia el norte y se aproxima a Europa. El resultado de esta colisión serán los Alpes, pero la corriente busca un camino nuevo, por el sur de la India y de África. Al recorrer latitudes altas, el agua se enfría y el clima del planeta también.
La historia de este enfriamiento ha quedado registrada: hace unos 40 Ma, los fondos de los mares antárticos empiezan a recibir fragmentos transportados por icebergs; y hace 34 Ma hay huellas de glaciares de casquete en la Antártida Oriental, primero en las Montañas Transantárticas y otras zonas aisladas, y un millón de años después, en todo el subcontinente; en la Antártida Occidental la glaciación sólo comenzará a partir de los 30 Ma, y no culminará hasta hace 10 Ma. Durante las últimas décadas, los climatólogos han discutido sobre las causas de esta evolución, que ha alterado de forma radical el clima de todo el planeta, ya que lo que empezó como una glaciación antártica ha terminado por extenderse también al hemisferio norte. Dos son las hipótesis más defendidas: una que podríamos llamar “oceánica”, y otra que se podría calificar de “atmosférica”. Según la primera, fue la separación de la Antártida respecto a los últimos continentes vecinos, Australia y Suramérica, la causante del enfriamiento decisivo, al permitir el establecimiento de la Corriente Circunantártica, que aislaría térmicamente al continente del influjo de aguas cálidas. La escasa radiación solar debida a su posición sobre el polo haría el resto.
La segunda escuela pone el énfasis en posibles variaciones en el efecto invernadero. Entre 50 y 40 Ma, los volcanes submarinos, que hasta esa época habían estado muy activos, se toman un respiro, y la concentración de CO2 en la atmósfera se reduce drásticamente. Según este dato, la caída térmica que tiene lugar en esta época se habría debido al descenso en la concentración del más importante de los gases de invernadero de la atmósfera terrestre. Un segundo factor de enfriamiento podría ser el enterramiento de los ingentes sedimentos ricos en carbonatos (que incluyen CO2) formados en la época cálida. Ambos factores podrían explicar el deterioro climático, pero no están reñidos con la hipótesis anterior. De hecho, ambas ideas no se excluyen, ya que, aunque no fuese el principal desencadenamiento de la glaciación, el aislamiento térmico del continente podría haber acelerado su llegada.
El principal problema de la hipótesis oceánica radica en el tiempo. Por una parte, no es tarea fácil definir con precisión el momento de separación efectiva entre la Antártida y Suramérica. ¿Cuándo se abrió el Paso de Drake a una circulación oceánica profunda? ¿Sucedió esto justo antes de la glaciación? Los datos actuales inclinan a pensar que la glaciación llevaba ya varios millones de años en marcha en la Antártida Oriental antes de que el Drake adquiriese su profundidad actual, hace probablemente unos 30 Ma. El segundo escollo es que, si la corriente circumpolar es el factor decisivo, una vez establecida ésta la glaciación debería de funcionar como un reloj. Sin embargo, los últimos datos hablan de grandes fluctuaciones en la capa de hielo, entre los 25 y los 15 Ma, un intervalo en el que algunos científicos proponen un retroceso de los glaciares antárticos, que incluso dejarían libres de hielo grandes extensiones del continente. Estos problemas no significan que el papel climático de las corrientes marinas se discuta. Un ejemplo de estas repercusiones es el cierre del istmo de Panamá, hace 3 Ma, que anuló el último resto de la corriente ecuatorial, contribuyendo al crecimiento de los glaciares en las dos partes de la Antártida, y al surgimiento del casquete de Eurasia-Norteamérica.
Así pues, los océanos, los grandes sistemas de transporte de calor en la Tierra, juegan un gran papel en el desarrollo de las glaciaciones. No el único, sin duda: de no ser porque los movimientos del interior terrestre llevaron a la Antártida a su actual latitud polar, quizá el continente habría seguido siendo la gran tierra boscosa que era hasta hace 50 millones de años. Ahora bien, una vez que la glaciación se ha establecido, ¿podemos conjeturar cuál será su evolución futura? Desde el último máximo glacial de hace 14.000 años, la temperatura media en el centro del continente ha subido 8ºC. Lógicamente, también los océanos antárticos se están calentando, y esto tiene su efecto sobre las plataformas de hielo, de las que en los últimos años se han desprendido enormes icebergs tabulares. El tamaño de las plataformas destruidas es del orden del de Luxemburgo . Para algunos glaciólogos, es el principio del fin de las plataformas de hielo de la Antártida Occidental, las más importantes; y, a la larga, de todo el hielo antártico, ya que cuando las plataformas desaparecen, las corrientes de hielo que las alimentan experimentan bruscas aceleraciones, lo que en último término vaciaría de hielo el continente. Se ha confirmado que el glaciar que alimenta la plataforma Larsen B, la última desaparecida, ha triplicado su velocidad.
Sin embargo, los datos de conjunto son confusos. Parece que el hielo de la Antártida Oriental está en equilibrio, mientras que en la plataforma de Ross hay un claro aumento, en las de Ronne y Filchner una ligera pérdida, y en la Tierra de Marie Byrd un descenso que roza lo catastrófico: esta zona está subiendo 12 mm al año debido al adelgazamiento de la capa de hielo que la cubre. En cuanto a las causas, los climatólogos debaten si estamos presenciando el principio de un proceso acelerado inducido por el uso de combustibles fósiles, o tan solo un ciclo climático natural. Algunos indicios apuntan a que las plataformas de hielo que se están desintegrando son muy recientes. Si esto se confirma, podríamos estar presenciando oscilaciones climáticas naturales (el hielo se acumula y se funde con facilidad); sin embargo, otros datos apoyan la idea de que parte del hielo ahora destruido se había formado hace al menos 11.000 años. Esto indicaría que el hielo es muy estable, y apoyaría las sospechas de que su acelerada fusión actual sería causada por el hombre. Sin embargo, los glaciares avanzaron en las décadas de 1930 y 1940, después de un siglo de Revolución Industrial, y no empezaron a retroceder en forma significativa hasta mitad de los sesentas; luego frenaron de 1985 a 1995, y ahora parecen desbocados. Evidentemente, se trata de una dinámica difícil de predecir.
Estas investigaciones no han hecho más que comenzar, pero es fácil comprender que está en juego algo importante. Como las plataformas de hielo flotan en el agua, su fusión no contribuye al aumento del nivel del mar (ya que están desalojando un volumen de agua igual al que proporcionarían). En cambio, la desaparición del hielo continental sí daría lugar a una catástrofe. En caso de que el hielo de la Península Antártica se fundiese, el nivel de los mares aumentaría 7 metros; pero la fusión de los 30 millones de kilómetros cúbicos de hielo que cubren todo el continente acarrearía una subida del nivel del mar de más de 60 metros, y la civilización actual tendría que evolucionar en alguna dirección hoy imprevisible.

bosque oceanico


En función de la latitud, la temperatura y las precipitaciones, en definitiva, de las características básicas del clima, podemos dividir la tierra en zonas con elementos semejantes. Asimismo, dentro de cada una de estas zonas se desarrollan una vegetación (fitocenosis) y fauna (zoocenosis) parecidas. Estos factores nos dan la definición de bioma.Un bioma, también llamado paisaje bioclimático, es una determinada parte del planeta que comparte un clima, vegetación y fauna relacionados. Por ejemplo, el bioma "sabana" comprende una vegetación común: hierbas, arbustos y matorrales salpicados por algún árbol; una fauna característica, y un clima con temperaturas superiores a 20ºC, precipitaciones anuales moderadas y estación seca.

PRADERA


Ecosistema

En este ecosistema las gramíneas, juncales y otras plantas de pastizal o céspedes constituyen la vegetación dominante. Aunque en las praderas de las regiones templadas puedan existir más de 50 especies de plantas vasculares y en las praderas tropicales más de 200, en general, dos o tres especies de gramíneas son las que dominan más del 60% de la biomasa del terreno; aquí habitan grandes herbívoros y aves, además de una gran cantidad de flora. Se desarrollan en latitudes medias donde existen variaciones climáticas a lo largo del año que determinan cuatro estaciones bien diferenciadas. En las zonas donde la precipitación anual supera los 600 milímetros y los suelos son profundos y ricos en materia orgánica se extienden las praderas. La vegetación anual de este ambiente es continua y está representada por las gramíneas, pero éstas han sido prácticamente sustituídas por cultivos de cereales (maíz, trigo, cebada) y oleaginosas (girasol, soja).

Las praderas templadas se encuentran en cinco áreas principales: las prairies (praderas) de los Grandes Llanos de Norte América, la pampa de Argentina, el veldt de África del Sur, las estepas de Eurasia Central, y rodeando los desiertos en Australia.

Las praderas ocurren generalmente en el centro de los continentes donde la precipitación pluvial es intermedia entre la de los desiertos y los bosques y donde hay grandes variaciones estacionales de la temperatura (veranos calientes e inviernos fríos). La presencia de árboles ha sido reducida en esta área debido a los fuegos, el pastoreo y ramoneo por herbívoros como el bisonte, venados y caballos, y la precipitación relativamente baja. La mayoría de las praderas han sido alteradas extensamente y ahora son las principales regiones mundiales de producción de cereales como trigo,maíz y otros granos.

Suelos

Los suelos típicos de las praderas son los chernozems, suelos que son alcalinos debido a que, en ellos, el movimiento neto del agua es hacia arriba, arrastrando calcio que se precipita como carbonato de calcio. Los chernozems de las praderas tienen horizontes superiores negruzcos debido a la descomposición constante de las gramíneas formando un humus negro. Las praderas de gramíneas altas tienen suelos más marrones, más ricos en humus y de estructura limosa.


Vegetación

La vegetación dominante en las praderas es la de gramíneas con algunas plantas perennes y herbáceas no gramíneas entremezcladas en diferentes proporciones en diferentes lugares. La altura media de las gramíneas está correlacionada con la pluviometría; en las praderas norteamericanas se observa un gradiente longitudinal de este a oeste de zonas de pradera alta, media y baja. El aspecto cambia considerablemente: en la primavera, las gramíneas están verdes y las demás especies están en floración, mientras que a mediados del verano predominan las plantas fallecientes de color marrón y produciendo semillas. Algunas estepas, especialmente en áreas más áridas, están dominadas por arbustos y se diferencian de los desiertos principalmente porque se encuentran en mayores latitudes, tienen temperaturas medias menores y tienen una diversidad menor.

Diversidad

La diversidad, tanto animal como vegetal, es más bien baja en esta zona estructuralmente simple de clima templado. Por ejemplo, usualmente no hay más de dos o tres especies de mamíferos herbívoros grandes en una pradera templada típica, mientras que en algunas praderas tropicales (sabanas) puede haber una docena o más. Las aves son diversas solamente en los humedales y en la vegetación ribereña a lo largo de los ríos.

Las praderas del Hemisferio Sur que se encuentran adyacentes a bosques tropicales y sabanas pueden tener una mayor diversidad animal que los del Hemisferio Norte. El único grupo de vertebrados que es especialmente característico de las praderas es el de las aves paserinas, alondras, calandrias.

Adaptaciones vegetales

Las gramíneas están bien adaptadas para cubrir el suelo descubierto y son relativamente resistentes tanto al fuego como al pastoreo debido a que sus hojas crecen desde la base, a diferencia de la mayoría de la plantas donde las hojas nuevas se originan continuamente de las puntas de las ramas. Siempre que su base permanezca intacta, puede haber crecimiento inmediatamente luego de haber sido quemada o comida la parte productiva de las gramíneas. Sus hojas tienen un alto contenido de sílice que desgasta los dientes de los animales que pastorean, y algunas especies no gramíneas son altamente tóxicas para los herbívoros. La mayoría de las gramíneas proliferan por medio de estolones, tallos subterráneos horizontales y que producen nuevas hojas a intervalos regulares. Otras, especialmente en áreas más secas, crecen en mechones lo que les permite resistir la desecación por el viento debido a lo denso de su forma de crecimiento; muchas especies no gramíneas son similares estructuralmente. Las gramíneas son polinizadas por el viento, lo que es muy efectivo en este ambiente abierto.

Adaptaciones animales [editar]

Para evitar la depredación en este ambiente abierto, una adaptación importante para los animales pequeños es la de hacer madrigueras. Algunos de estos animales que hacen madrigueras son coloniales, una probable adaptación a la detección temprana de los depredadores. Algunos carnívoros de tamaño medio están altamente adaptados para excavar en busca de los que viven en madrigueras.

Debido a que es tan abierto y a que facilita el movimiento, este ambiente sustenta grandes poblaciones de mamíferos herbívoros, que forman manadas para defenderse de los grandes depredadores que los siguen. Las aves que anidan y/o se alimentan en el suelo están muy expuestas a la depredación, y casi todas son crípticas, con rayas marrones en la parte superior y con conductas distractoras bien desarrolladas; la mayoría de ellas cantan mientras vuelan ya que no disponen de ramas elevadas.

Los animales de la pradera

De las praderas de América del Sur son originarios roedores y otros animales pequeños: vizcachas, maras y cuises, armadillos como los peludos y mulitas, comadrejas, lagartijas y zorros. Entre las aves se encuentran ñandúes, perdices americanas, lechuzas, patos, martinetas, chajáes, teros, chimangos y caranchos. De las especies de pájaros que pueblan los sitios arbolados se distinguen horneros, cardenales, calandrias, benteveos, tijeretas, churrinches y picaflores. En las regiones de pajonales abundan los pechos colorados, las cachirlas y los chingolos.

En América del Sur corren peligro de extinción el puma y el venado de las pampas. En América del Norte los bisontes, que hasta el siglo pasado formaban grandes rebaños, ahora viven en reservas naturales. Por otra parte, también son animales característicos de esas praderas el tejón americano, la mofeta rayada y el coyote. En las praderas asiáticas se encuentra el antílope saiga, que también frecuenta las estepas.

La fauna de la pradera cumple un papel fundamental en la preservación del equilibrio natural, esencial para la cadena alimentaria. Numerosas especies de animales excavadores de las praderas, al remover el suelo, modifican el contenido mineral de éste y posibilitan el crecimiento de las especies vegetales. Bajo tierra actúan las lombrices y otros invertebrados que, además, oxigenan el suelo, junto con millones de bacterias que descomponen los residuos orgánicos.

Efectos humanos

Este ambiente es muy apropiado para casi todos los cultivos de granos, o sea gramíneas, por eso grandes porciones de las praderas templadas han sido modificadas para la siembra de granos. El pastoreo por el ganado vacuno ha ejercido, en muchas áreas, una presión mucho más intensa que los ungulados nativos, cambiando la composición de especies en las comunidades vegetales ya que algunas especies son más susceptibles al pastoreo que otras.

Muchas especies de este ambiente están adaptadas a presentarse en las etapas tempranas de una sucesión; cuando son introducidas en otros continentes, se convierten en malezas invasoras, colonizando rápidamente lugares alterados y, con frecuencia, eliminando a las especies nativas. Junto con el pastoreo, esto ha cambiado la estructura de las praderas en todas partes, especialmente en Norte América, por lo que son escasas las praderas "naturales".