Orígenes
Siete de los puros principales, las cantigas de amor y las cantigas de escarnio, tienen su origen en la literatura de los trovadores provenzales. Mientras que en otros lugares, como en Cataluña o en Lombardía, los trovadores locales utilizaron el occitano como lengua de expresión poética, en el Noroeste de la Península los poetas se inclinaron por emplear su lengua vernácula, el gallegoportugués. Sin embargo, adaptaron la temática, la métrica y las convenciones propias de la poesía trovadoresca, con ligeras variaciones. Existen incluso numerosos provenzalismos en las cantigas de amor y de escarnio que evidencian su origen provenzal.
La influencia provenzal llegó fundamentalmente por tres vías:
- A través de Barcelona, lugar de tránsito obligado de todas las aportaciones culturales occitanas (incentivado además por la emigración que provocó en 1213 la derrota de la herejía albigense).
- A través de los enlaces matrimoniales entre las monarquías peninsulares y las princesas occitanas: Alfonso VI desposó en cuatro ocasiones a hijas de señores feudales del Mediodía francés. Una de sus esposas, Inés de Aquitania, era hija de Guillermo VIII de Aquitania y hermana del trovador Guillermo de Poitiers (Guillermo IX). Otra fue Constanza de Borgoña. Los sobrinos de Constanza, Raimundo y Enrique de Borgoña casaron con las hijas de Alfonso VI, Urraca y Teresa, por lo que son respectivamente los padres de Alfonso VII de Castilla y de Alfonso I de Portugal. Con estos enlaces llegaron a la Península numerosos caballeros, monjes, clérigos, y, por supuesto, trovadores.
- A través del Camino de Santiago: Guillermo de Poitiers y su hijo, Guillermo X de Aquitania, peregrinaron a Santiago de Compostela en la primera mitad del siglo XII. El obispo compostelano Gelmírez, impulsor del Camino, envió a varios clérigos a formarse en Francia e Italia.
Un problema distinto es el del origen de las cantigas de amigo, que no tienen precedente en la lírica provenzal. Dado que están puestas en boca de mujeres, han sido relacionadas con las jarchas mozárabes. Se ha hablado de una tradición folclórica que podría remontarse a épocas muy antiguas y algunos de cuyos testimonios dispersos serían las jarchas (recogidas por poetas árabes y hebreos) y las cantigas de amigo (recogidas y cultivadas por los trovadores galaicoportugueses); habría que añadir también, probablemente, las chansons de toile y las frauenlieder (en alemán, cantigas de amigo), como referentes extrapeninsulares que demostrarían una tradición paneuropea.
Evolución de la lírica galaicoportuguesa
Existen varias propuestas para describir la evolución de la lírica gallegoportuguesa, según se le preste mayor atención al contexto histórico o a la evolución propiamente literaria.
- Históricamente, se postula una evolución que va en consonancia con los siguientes momentos históricos: la época pre-alfonsina (hasta 1245), la época alfonsí (hasta 1280), otra centrada en don Demís (entre 1280 y 1300) y una última postdionisíaca (hasta 1350).
- Un intento de combinar ambas perspectivas daría como resultada la siguiente periodización:
1) Desde 1189, fecha probable de la composición más antigua conocida, hasta 1232, año en que el rey Fernando III de Castilla peregrinó a Santiago de Compostela. Es una etapa de influjo provenzal, en la que predominan las cantigas de amor.
2) De 1232 a 1325, en que muere el rey poeta Don Demís de Portugal. Es la época de mayor esplendor de la lírica gallegoportuguesa, sobre todo en la corte de los reyes castellanos Fernando III y Alfonso X, y en la de Don Demís de Portugal, nieto del Rey Sabio. En esta época, hacia 1280, se compila el Cancionero de Ajuda. También corresponden a esta época las Cantigas de Santa María.
3) Desde 1325 hasta 1354, fecha de la muerte de Pedro de Portugal, conde de Barcelos, hijo de Don Demís. Muy probablemente es en esta época cuando se recopilan el Cancionero Colocci-Brancuti y el de la Biblioteca Vaticana.
- Por último, una propuesta[3] centrada casi exclusivamente en criterios literarios, daría como resultado la siguiente descripción:
- c. 1200-1225: impregnación de la poesía trobadoresca occitana.
- c. 1225-1250: fijación de los tres géneros principales por parte de la pequeña nobleza gallega y del norte de Portugal, tras la adopción y reelaboración de la poesía occitana.
- c. 1250-1300: periodo de esplendor: importante actividad trobadoresca en las cortes de Alfonso X y Sancho IV de Castilla, y de Alfonso III y don Demís de Portugual.
- c. 1300-1350: periodo de progresiva retracción; tras un agotamiento y desgaste del modelo, se entra en un periodo de decadencia creativa, que no es sustituido por otros modelos. Se echa en falta también un mecenazgo parecido al de Alfonso X y de un centro cultural como punto de referencia. Por lo demás, diversos problemas socio-históricos (peste, desinterés de la aristocracia...) crearon un ambiente que rechazaba la posibilidad de continuar con una experiencia literaria similar a la llevada a cabo hasta el momento.
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