ENTERRAR LAS EMISIONES DE CO2 AUN NO ES RENTABLE :
La captura de gases industriales es una medida eficaz paramitigar el cambio
climático, aunque la tecnología existente sigue sin ser económicamente viable.
La captura y almacenamiento bajo
tierra de dióxido de carbono
comomedida para paliar el efecto
invernadero está a la vuelta de la
esquina. El anteproyecto de ley
sobre almacenamiento geológico
de CO2, presentado el mes pasado,
establece que las empresas
que emplean combustibles fósiles
y que planeen disminuir sus emisiones
por medio de esta técnica
deberán contar con el beneplácito
de Industria y Medio Ambiente,
además del de la comunidad
autónoma donde se vaya a enterrar
el gas. Laempresa tendrá que
garantizar, por otra parte, la seguridad
del confinamiento del
carbono durante veinte años, periodo
a partir del cual esta responsabilidad
pasará alEstado.
No son los trámites burocráticos,
sin embargo, lo que frena la
implantación de esta teconología
en los procesos industriales más
contaminantes, sino su falta de
rentabilidad. Los costes para
quienes hagan los primerosmovimientos
podrían ser demasiado
altos. Según un informedel Panel
Intergubernamental del Cambio
Climático, el preciodela electricidad
originada en centrales térmicas,
por poner un ejemplo, podría
aumentar entre un 20% y 90% si
se aplicase la tecnología existente
para este fin.
El reto es, por tanto, mejorar los
métodos que ya existen y hacer
que esta tecnología sea rentable
en procesos nomercantiles como
la reducción de gases de efecto invernadero.
El impulso que las instituciones,
especialmente a nivel
europeo, están dando a la investigación
en técnicas de captura de
CO2 es considerable. El proyecto
pionero en España, participado
por Endesa y la Fundación Ciudad
de la Energía, se desarrolla
en El Bierzo (León) y cuenta con
ayudas comunitarias de 180 millones
de euros y hasta 450 millones
adicionales en forma de derechos
de emisión. En Andalucía,
unequipo de ingenieros de laUniversidad
de Sevilla dispondrá de
fondos estatales por valor de un
millón de euros para desarrollar
un innovador proyecto de investigación
que busca dar con una técnica
más barata y eficiente en la
captura de CO2 en instalaciones
de combustión de carbón.
En cuanto al almacenamiento,
Andalucía también presenta un
gran potencial. El dióxido de carbono
debe inyectarse en formaciones
geolócias específicascomo
las reservas de gas natural y petróleo
agotadas o los acuíferos salinos.
Son formaciones porosas lo
suficientemente profundas como
para garantizar que el gas permanecerá
estable durante miles o
millones de años y que no escasean
en la región. Según unmapa
que el Instituto Geológico yMinero
de España ha elaborado para
dar a conocer las zonas en las que
sería posible depositar dicho gas,
el subsuelo andaluz cuenta con
una capacidad de tres gigatoneladas
de almacenamiento, repartidas
entre la cuenta del Guadalquivir
y el campo de Gibraltar.
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